lunes, 25 de octubre de 2010

METODOLOGÍA: LA CONDICIÓN DE LA DISCIPLINA SOCIOLÓGICA. NELSON ARTEAGA BOTELLO

La sociología enfrenta hoy en día un sero disenso sobre la forma de organizar los paradigmas y las teorías que se encuentranpoblando el mapa de la producción disciplinar. Por lo que resulta fundamental hacer explícito el punto de partida del marco general de análisis sobre el cual se pretenden leer las aproximaciones al tema que ocupa este trabajo. Esto no deja plantear algunos problemas, ya que tampoco existe un acuerdo claro sobre cómo organizar el debate actual en sociología entre las distintas escuelas, teorías y paradigmas. De ahí que se pueda afirmar que más que hablar de sociología se más conveniente hablar de sociologías, y esto por dos razones. La primera es que al no poder dar cuenta de todos los factores que se encuentran involucrdaos en el análisis de un fenómeno humano, no resta más que acentuar algunos aspectos que se consideran como significativos. Un evento político, por ejemplo, está sustentado por transformaciones económicas, religiosas o demográficas, de ahí que pueda ser abordado desde la sociología de la religión o desde la sociología de la población.
La segunda razón va ligada a la anterior: la sociología no tiene un objeto propio, casi cualquier actividad humana puede ser abordada desde cierta perspectiva sociológica, pese a que se sabe que no puede comprender más que pequeños segmentos de la realidad (Baechler, 2004).
LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA
En este escrito se parte del supuesto de que la sociología es una disciplina y no una ciencia, con un mismo estaturs con la filosofía y la historia (Baechler, 2004). Esta tríada disciplinaria se encuentra en un rango de interpretación de lo social donde se localizan las ciencias económicas, políticas y demográficas. La razón de esta proximidad de la sociología con la filosofía y la historia radica en el hecho de que no es posible reparar en un solo hecho humano sin que no exija un esfuerzo por recorrer principios conjuntamente filosóficos, historiográficos y sociológicos, no obstante que sus tiempos de emergencia son distintos y esto les dota de un sentido particular como disciplinas. La sociología es en gran medida el resultado de la modernidad en europa que ha generado una demanda de explicaciones plausibles a los proceso y fenómenos que se encuentran vinculados a su expansión. No obstante, la sociología se aboca como disciplina hacia la particularidad mientras que la "...filosofía consagra a la universalidad y a la historia a la singularidad" (Baechler, 2004: 149).
En tanto que disciplina de la particularidad y de la particularización, la sociología tiene por objetivo contribuir a la explicación de los hechos humanos, postulando que ellos no son nunca el resultado exclusivo de desarrollos espontáneos y endógenos, que son más bien consecuencia de la unidad de la naturaleza y cultura humana.
La sociología como disciplina no puede constituirse en una mera descripción e interpretación de la realidad de forma desorganizada y sin mayor sentido que el de justificar una visión particular del mundo. por el contrario, las distintas teorías en sociología buscan una aproximación metodológica que dé cuenta de la realidad con una mayor precisión, criticando a sus sucedáneas en sus debilidades heurísticas alrededor de uno o varios fenómenos.

lunes, 11 de octubre de 2010

LA CONSTRUCCIÓN DE OBJETOS SOCIALES EN LA TOTALIDAD DIALÉCTICA. CARLOS EDUARDO MASSÉ NARVÁEZ

¿PARA QUÉ ESTUDIAR LA EPISTEMOLOGÍA?

Muchos autores utilizan el término epistemología para designar a la "teoría del conocimiento" o "Gnoseología", es decir, un sector de la filosofía que examina el problema del conocimiento en general: el ordinario, el filosófico, el científico, etcétera. Pero, en general, el término epistemología es empleado en un sentido más restringido, referido exclusivamente a los problemas del conocimiento científico, tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención y los criterios con los cuales se lo justifica o invalida. La epistemología es, entonces, en alguna forma, el estudio de las condiciones de producción y validación del conocimiento científico.
Nadie desconoce que las ciencias sociales, en sus orígenes, han toamdo las bases epistemológicas de las ciencias narturales; por ejemplo, es conocida la iterpretación determinista del mundo social que asume el positivismo, precisamente con base en el traslado mecánico del esquema epistemológico de la física newtoniana, en la cual la acción de las leyes es ineluctable y objetiva, ausente de toda posibilidad de intervención subjectiva.
Desde Aristóteles, la episteme es el conocimiento verdadero, es conocimiento de lo universal, de lo que existe sin variaciones, de lo que trasciende. Precisamente se proponían encontrar la piedra angular, que sustentara sobre sí misma toda la estructura de la ciencia, lo que de lograrse le daría seguridad y proporcionaría estabilidad permanente, ante las turbulencias y dudas que continuamente la amenazaban. desde entonces, con Heráclito, surgía el pensamiento dialéctico en aquella célebre frase "nadie se baña dos veces en el mismo río".
Ello implicaba a los elementos que años más tarde abrirían para siempre el debate sobre los fundamentos del conocimiento: el problema del tiempo (pasado-presente-futuro), el de la historia como especificidad. El río en que hoy me baño, no es el mismo de ayer, ni será el mismo mañana. Una multiplicidad de especificidades por cada lapso temporal.
Por su parte, Paltón formuló su teoría de los cuatro estados mentales, a saber: ilusión (eikasia), creencia (pistis), razón (dianoia) y pensamiento puro (episteme), de esta forma, la episteme o epistemología surge como la explicación de un estado superior de la abstracción mental para la elaboración del conocimiento. Por otra parte, Aristóteles, quien buscaba los principios formales del ente y su comprensión, encontramos los orígenes de la epistemología como teoría del conocimiento; es decir, uno de los objetivos originales de la epistemología es el de encontrar la fundamentación primaria de los conocimientos, porque, sin presuponer un comienzo desde el cual hay que inferir el desarrollo de la ciencia, no era posible llevar a cabo ninguna inferencia. Entonces la búsqueda de la seguridad del conocimiento fue la preocupación original de la epistemología (Gutiérrez, 2002).
Las tareas de la epistemología se han multiplicado con el paso de la historia, ya no solo atiende a esa preocupación central sino también a las implicaciones de la vinculación entre el sujeto investigador y el objeto de estudio, pero también a la justificación, coherencia, legitimidad y rigor de la cientificidad de un campo determinado del saber; otras acepciones más amplias otorgan a la epistemología el nivel de una metaciencia, que tiene por objeto dictar desde el exterior del proceso de la investigación, la anormatividad general a la que este debe ajustarse para "asegurar" su cientificidad.
LA LIMITACIÓN DE LOS DISCURSOS DISCIPLINARIOS
En la obra Del algoritmo al sujeto, se plantea la existencia de dos tipos de investigaciones científico sociales: una que es mayoritaria y que es descriptiva y funcional; la otra, es crítica y reflexiva.
El trabajo de esta última es mucho más profundo. A la vez que construye conocimiento crítico, conlleva una reflexión sobre cómo le está construyendo.
En (Auto) crítica de la ciencia, biólogos, Físicos, químicos y matemáticos, plantean cómo en sus espacios de investigación se ha llegado a una enorme enajenación a causa de la fragmentación cognitiva, producto de la división técnica del trabajo de investigación. Lo mismo ocurre en las ciencias sociales. los sociólogos, por ejemplo, han sido divididos en educativos, rurales, urbanos, de la cultura, del conocimiento, etcétera. En donde el sociólogo de la educación nada sabe de sociología política (porque no es "su campo").
EPISTEMOLOGÍA Y FILOSOFÍA:
REALIDAD, PRESENTE Y UTOPÍA
En este apartado nos ocupamos de plantear la importancia de la dimensión temporal, en su vínculo con la realidad como aquí la concebimos (dinámica y en movimiento); ambos en el contexto de la epistemología dialéctica crítica; con lo que tomamos distancia de lo vulgar distinción del simple sentido común, que suponepoder verlo claramente, lo que es la realidad , "distinguiéndola" de lo que es una utópía.
La utopía tiene un sentido peyorativo sólo si se entiende como mera ilusión y deseo de lo óptimo, sin ninguna probabilidad de realización y sin ningún motor práctico. Lo que sería la utopía abstracta.
La utopía genuina o utopía concreta emerge con base en un ideal abstracto para convertirse en un futuro concreto. Utopía concreta es lo realmente posible en un mundo malo y falso. Este mundo malo y falso es la realidad dada y la utopía concreta es la posibilidad de arribar a ese mundo bueno que estaría por darse con base en la práctica concreta, la que puede ser viable conociendo el vínculo entre lo que está dado y lo que está dándose.
Si los actores que aspiran a incidir en la realidad pueden rescatar ese vínculo entre lo producido y lo que se está produciendo, pueden con ello incidir en lo que está por darse (futuro). De ahí que la diferencia entre la perspectiva presente-pasado y perspectiva presente-futuro radica, en que en la primera hay una realidad producida (un topos) y en la segunda aún no deviene la realidad (no es una empiria).
"Topos" (el lugar) es el objetivo empírico. pensar la realidad como un topos, como un dato objetivo o con una perspectiva objetivista, diagnosticarlo y pronosticarlo a partir de la objetividad, es ya estructuralmente enraizado en el mismo lugar.
LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
A toda construcción de conocimiento corresponde una concepción ontológica de la realidad y su estructura, es sumamente compleja. Ésta se integra en el bloque de pensamiento con referentes contradictorios, en el que uno de ellos da sentido y funcionalidad a los demás, por lo tanto, es hegemónico. Pero un conocimiento no se integra solamente por elementos constitutivos de un solo paradigma sino que contien referentes que provienen de otros modos de apropiación. De ahí que entendemos por concepción ontológica el conjunto de ideas que los seres humanos tienen respecto al ser y a sus forma de existencia. Sin embargo, dichas ideas pueden encontrarse de manera caótica en el pensamiento sin constituirse en discurso lógico o aparecer en un sistema racional.
LA CONTRARIEDAD DE LO REAL
Los individuos, al ser diferentes unos de otros física y mentalmente, al participar en la única realidad que podemos hacerlo, no obstante lo hacemos de diversa maneras. la heterogeneidad entre individuos, lo es interior en cada uno y en la sociedad como conjunto. No es ésta una pura contradicción lógica entre individuo y sociedad; se trata de una contradicción ontológica que es fuente de la unidad de lo real como un todo, que se reproduce en el individuo, también de forma condensadamente contradictoria.
La realidad social como unidad contradictoria se produce y se reproduce en la contradictoriedad como totalidad y en la especificidad como heterogeneidad y multiplicidad. A ello se debe la diversidad existencial entre los seres humanos: a la multiplicidad condensatoria de lo real social en los sujetos.

miércoles, 6 de octubre de 2010

LA RUPTURA CON LAS PRECONSTRUCCIONES ESPONTÁNEAS O CULTAS. PATRICK CHAMPAGNE

En Las reglas del método sociológico, Durkheim afirmaba la existencia de un corte radical entre lo que él denominaba las "prenociones", que son "productos de la experiencia vulgar... formadas por la práctica y para ella" (Durkheim 1985, p. 16), y las nociones propiamente científicas que el sociólogo ha de elaborar y poner en práctica. El sociólogo ha de tomar en cuenta el hecho de que hoy existe un verdadero "sentido común culto", una especie de mezcla de sentido común ordinario y de productos de las ciencias sociales.
El ejemplo de los sondeos de opinión es, en este aspecto, particularmente interesante en la medida en que éstos se han vuelto omnipresentes en la escena política y ofrecen todas las apariencias de la ciencia. A petición de las autoridades políticas y sobre todo en la actualidad por los órganos de la prensa nacional, se realizan cotidianamente sondeos de opinión, múltiples y variados, para medir las intenciones del voto de los ciudadanos, la cuota de popularidad de los dirigentes políticos, etc. Éste análisis crítico de los sondeos de opinión pública no sólo es útil desde un punto de vista metodológico o epistemológico, sino que es necesario también porque esta práctica constituye en la actualidad un importante obstáculo para la propia sociología. Los sondeos de opinión, que no hacen más que dar forma, con toda la apariencia de ciencia, al sentido común, representa hoy en día una nueva imagen de la ciencia social que debe toda su fuerza al hecho de que coincide con los intereses de múltiples fracciones de la clase dominante, en especial en los círculos políticos y periodísticos. Los sondeos de opinión pueden ser considerados como una técnica simple y relativamente confiable.
Como la encuesta por sondeo no es más que una simple técnica que consiste en definitiva en administrar un cuestionario a una muestra de población, es comprensible la extrema diversidad de las encuestas que se pueden colocar bajo esta denominación técnica y la gran confusión, muchas veces interesada, que preside la discusión referente a su validez. La expresión "sondeos de opinión" cubre así una gran variedad de encuestas, sin relación las unas con las otras, que conviene por lo tanto distinguir para apreciar el valor científico que poseen.
No cabe duda de que raras veces se puede decir a priori, independientemente del objeto de una investigación, qué población conviene escoger e interrogar.
El sociólogo debe pues, preguntarse sobre los datos que utiliza y que él cree que ha producido por el solo hecho de haberlos recabado, en la medida en que estos datos son en realidad el producto de todo un proceso social.
En las encuestas socíológicas, el cuestionario no es sino un elemento, y no necesariamente el más importante, de un dispositivo de encuesta mucho más diversificado, que apela simultáneamnete a todo un conjunto de técnicas de recabamiento de datos: entrevistas a profundidad a los informadores, observación etnográfica, monografás de familias o de grupos sociales, constitución de fivheros, análisis secundario de documentos diversos, etcétera.
La encuesta sociológica ha de construir su objeto y asi mismo sus "datos". No hay hechos brutos que el sociólogo pueda simplemente recabar y que serían válidos independientemente de toda construcción teórica. La realidad siempre proporciona datos "preconstuidos" que el sociólogo ha de "desconstruir" previamente. Los "datos" exigen siempre ser interpretados e integrados a una problemática y no pueden nunca hablar por ellos mismos.

jueves, 30 de septiembre de 2010

OBJETO SOCIOLÓGICO Y PROBLEMA SOCIAL

Si bien un gran número de investigaciones llamadas "sociológicas" que se han llevado a cabo desde el siglo XIX, desde entonces han tratado los "problemas sociales"; como por ejemplo, la delicuencia, la inmigracion, o el desempleo. Existe una definición socialmente constituida del objeto de la ciencia sociológica, ésta definición está además ampliamente reforzada por el empleo que las diferentes instituciones hacen de los sociólogos. Estas instituciones esperan de éstos que les ayuden a resolver un "problema", por definicion "social", remitiendo este término por lo menos a dos acepciones. La primera, heredada de la "economía social" como ciencia auxiliar y ancilar de la economía política, cubre bastante bie el campo del que tratan "la ayuda social", la "seguridad social", en suma, los problemas a los que se enfrentan profesionalmente los trabajos sociales y que tratan de resolver las políticas y las leyes "sociales". La segunda acepción proviene de otro sentido que este término tenía ya en el siglo XIX: cercano al de "socialismo", de "cuestión social" o "de encuesta social", se encuentra aún hoy en expresiones como "socios", "derecho social", "conflicto social", etc.

la primera dificultad que el sociólogo encentra tiene que ver con el hecho de que él está ante representaciones prestablecidas de su objeto de estudio que inducen la manera de aprehender y, por lo mismo, de definirlo y de concebirlo. El punto de partida de toda investigación está constituido por representaciones que, como escribió Émile Durkheim en Las reglas del metodo sociologico, son como "un velo que se interpone entre las cosas y nosotros y que nos las encubre tanto más cuanto más transparente creemos que es este velo"(Durkheim, 1985, p. 16). Esto es lo que él llamaba las "prenociones", que pueden adquirir la forma de "imágenes sensibles" o de "conceptos burdamente formados", si en la "reflexión anterior a la ciencia, que no hace más que servirse de ella con más método" (id., p. 15). Pero Émile Durkheim precisa que no basta con separar pura y simplemente las "falsas evidencias" y el "yugo de las categorías empíricas que una larga costumbre acaba muchas veces por volver tiránicas" (id., p. 32). Estas prenociones tienen un fundamento y una función social, y de ahí la fuerza que poseen: "Productos de la experiencia vulgar, tienen ante todo por objeto poner nuestras acciones en armónía con el mundo que nos rodea; están formadas mediante la práctica y para ella", lo cual les confiere esta especie de "justeza práctica" (id., p. 16) que hace tanto más difícil deshacerse de ellas porque se han convertido en triviales, evidentes, consabidas, legítimas.

REALIDAD PRECONSTRUIDA Y CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO SOCIOLÓGICO

Herbert Blumer ha mostrado que era vano definir los "problemas sociales" por una naturaleza que les sería propia, o por una población que ofrecería rasgos específicos (Blumer, 1971, pp. 198-306).
lo que se designa "problemas sociales" varía según las épocas y las regiones y puede desaparecer como tal en tanto que los fenómenos a los que se designa subsisten. Esto fue lo que sucedió con la pobreza, por ejemplo, que en Estados Unidos fue un grave problema "social", en los años 1930 y desapareció en la década de 1940-1950, o también del racismo que no se convertirá en un problema social sino hasta los años 1960.
PROBLEMA SOCIAL Y FORMAS DE SOLIDARIDAD
El sociólogo tiene que llevar a cabo un doble movimiento que implica romper con las definiciones socialmente admitidas del fenómeno que el estudia por demasiado generalesy/o históricas. El primero consiste en observar las diferencias entre los grupos sociales con respecto a su objeto. El segundo apunta a colocar de nuevo estas diferencias en los conjuntos más generales, a los que podemos denominar "contexto", en los que se desarrolla el fenómeno observado.
FUERZA DEL DISCURSO Y FUERZAS SOCIALES
En efecto, para que un "problema" adopte la forma de un problema social no basta conque encuentre agentes socialmente reconocidos como competentes para examinar la naturaleza del problema y proponer soluciones aceptables: hay que imponerlo de alguna manera en la escena de los debates públicos.
CONSAGRACIÓN ESTATAL Y TRABAJO DE LEGITIMACIÓN
Una de las fases esenciales de la consttución de un problema como problema social es su reconocimiento como tal por las instancias estatales.
EL EXPERTO Y EL SOCIÓLOGO
El surgimiento de un problema social es el resultado, así pues, de dos series de factores: transformaciones que afectan la vida cotidiana de los individuos como consecuencia de trastornos sociales diversos y cuyos efectos difieren según los grupos sociales, pero estas condiciones objetivas no dan nacimiento a un problema social más que cuando éste ha encontrado una formulación pública. Lo cual remite a la segunda serie de factores (trabajo de evocación, de imposición y de legitimación) que acabamos de mencionar. Queda una tercera fase: el proceso de institucionalización, que tiende a paralizar y a fijar las categorias de acuerdo con las que se ha planteado y resuelto el problema hasta el punto de hacerlas evidentes a todos.

martes, 14 de septiembre de 2010

LA REESTRUCTURACIÓN DE LAS CIENCIAS SOCIALES*

Las disciplinas cumplen una función, la función de disciplinar las mentes y canalizar la energía de los estudiosos.
Lo que parece necesario no es tanto un intento de transformar las fronteras organizativas como una ampliación de la organización de la actividad intelectual sin atención a las actuales fronteras disciplinarias. Después de todo, ser histórico no es propiedad exclusiva de las personas llamadas historiadores, es una obligación de todos los científicos sociales. Ser sociológico no es propiedad exclusiva de ciertas personas llamadas sociólogos sino una obligación de todos los científicos sociales. Los problemas económicos no son propiedad exclusiva de los economistas, las cuestiones económicas son centrales para cualquier análisis científico-social y tampoco es absolutamente seguro que los historiadores profesionales necesariamente sepan más sobre las explicaciones históricas, ni los sociólogos sepan más sobre los problemas sociales, no los economistas sepan más sobre las fluctuaciones económicas que otros científicos sociales activos. En suma, no se piensa que existan monopolios de la sabiduría ni zonas de conocimiento reservadas a las personas con determinado título universitario.
Aunque se sabe que están apareciendo agrupamientos particulares de científicos sociales en torno a interes o áreas temáticas específicas, sabemos que esto también depende de la zona geografica y de la diferencia en las estructuras universitarias en el mundo. Puede variar según se observe la situación actual de cada nación, dependiendo, de la presión política que impere en ese momento, la extrema pobreza de recursos públicos, o una reorganización académica que permita la oportunidad de experimentacióncreativa en el sistema universitario.
En "abrir las ciencias sociales" se piensa que hay por lo menos cuatro clases de procesos estructurales que los administradores de estructuras de conocimiento de ciencia social podrían y deberían alentar, como caminos útiles hacia la clarificación intelectual y la eventual reestructuración más completa de las ciencias sociales:
1. La expansión de instituciones, dentro de las universidades o aliadas con ellas, que agrupen estudiosos para trabajar en común y por un año en torno a puntos específicos urgentes. Ya existen, desde luego, pero en número demasiado limitado. Lo esencial es que esos grupos de investigación por un año se preparen cuidadosamente con anticipación y que recluten sus miembros con amplitud dando a la vez importancia a la coherencia de las visiones interiores para que el intercambio sea fructífero.
2. El establecimiento de programas de investigación integrados dentro de las estructuras universitarias, cortando transversalmente las líneas tradicionales, con objetivos intelectuales concretos y fondos para periodos limitados. Esto difiere de los centros de investigación tradicional que tienen vida ilimitada y son estructuras con fondos disponibles.
3. Nombramiento conjunto obligatorio de los profesores. Actualmente la norma es que los profesores pertenezcan a un departamento, normalmente aquel en el que ellos mismos tienen un título avanzado.
4. Trabajo adjunto para estudiantes de posgrado. La situación es igual para los estudiantes de posgrado que para los profesores.

* Immanuel Wallerstein, Abrir las ciencias sociales, México, Siglo XXI, 2004.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿QUÉ TIPO DE CIENCIA SOCIAL DEBEMOS CONSTRUIR AHORA?*

Anthony Giddens escribió: "En cualquier circunstancia social sólo hay un número limitado de maneras de enfrentar un choque de valores. Uno es la segregación geográfica... Otra manera más activa es salirse...
Una tercera manera de enfrentar la diferencia individual o cultural es a tráves del diálogo.
Aquí, en principio, un choque de valores puede operar con signo positivo -puede ser un medio para aumentar la comunicación y la autocomprensión... Finalmente, un choque de valores puede resolverse por medio del uso de la fuerza o de la violencia... En la sociedad globalizante en que hoy vivimos, dos de esas cuatro opciones han sufrido una reducción drástica".1
Ahora bien, ¿Cuáles son las implicaciones de los múltiples debates ocurridos desde 1945 dentro de las ciencias sociales para el tipo de ciencia social que debemos construir ahora?, e ¿implicaciones para qué, exactamente?
La cuestión más inmediata se refiere a la estructura organizacional de las propias ciencias sociales. Las estructuras disciplinarias han cubierto a sus miembros con una reja protectora, y no han alentado a nadie a cruzar las líneas.
A medida que nuevas estructuras disciplinarias recién aparecidas formulan demandas cada vez mayores de recursos universitarios e intentan controlar cada vez más directamente los futuros nombramientos, tienden a reducir el poder de las principales disciplinas existentes. Es aquí donde se producirá la mayor presión organizacional para la reestructuración de las ciencias sociales. Esto significa que entre, digamos, 1850 y 1945 el proceso de establecimiento de las disciplinas consistió en reducir el número de categorías en que podía dividirse la ciencia social a una lista limitada que fue más o menos aceptada en todo el mundo y a la cual nos hemos acostumbrado.
En el siglo XIX el principal espacio de comunicación intelectual eran las reuniones académicas nacionales y las publicaciones periódicas científicas nacionales. A medida que esas estructuras fueron superpoblándose, vinieron a remplazarlas en cierta medida coloquios que han florecido en todo el mundo desde 1945. Ahora también ese campo está superpoblado y vemos surgir pequeñas estructuras perdurables de profesionales que están físicamente separados, desde luego con la ayuda de los grandes avances en las comunicaciones que ofrecen las redes electrónicas. Todos estos procesos plantean por lo menos la cuestión de si en los próximos ciencuenta años las universidades, como tales, continuarán siendo la principal base organizacional de la investigación académica, o si otras estructuras -institutos de investigación independientes, centros de estudios avanzados, redes, comunidades epistémicas por medios electrónicos- las siustituirán en una forma significativa.
Hay probablemente tres problemas teórico/metodológicos centrales en torno a los cuales es necesario construir nuevos consensos eurísticos a fin de permitir avances fructíferos en el conocimiento.
El primero se refiere a la relación entre el investigador y la investigación. A comienzos de este siglo Max Weber resumió la trayecoria del pensamiento moderno como el "desencantamiento del mundo". Así mismo, en La nouvelle alliance Prigogine y Stengers piden un "reencantamiento del mundo". El concepto de "desencantamiento del mundo" representaba la búsqueda de un conocimiento objetivo no limitado por ninguna sabiduría o ideología revelada y/o aceptada. En las ciencias sociales representaba la demanda de que la historia no se reescribiera en nombre de las estructuras de poder existentes. Por otra parte, "el rencantamiento del mundo" se propone liberar aún más el pensamiento humano. El problema fue que, en el intento de liberar el espíritu humano, el concepto del científico neutral ofrecía una solución imposible al laudable objetivo de liberar a los estudios de cualquier ortodoxia arbitraria. Ningún científico puede ser separado de su contexto físico y social. Toda medición modifica la realidad en el intento de registrarla. toda conceptualización se basa en compromisos filosóficos.
El segundo problema es cómo reinsertar el tiempo y el espacio como variables constitutivas internas en nuestro análisis y no meramente como realidades físicas invariables dentro de las cuales existe el universo social. Si consideramos que los conceptos de tiempo y espacio son variables socialmente construidas que el mundo utiliza para afectar e interpretar la realidad social, nos vemos frente a la necesidad de desarrollar una metodología con la cual coloquemos esas construcciones sociales en el centro de nuestro análisis pero en tal forma que no seas vistas ni utilizadas como fenómenos arbitrarios.
El tercer problema que se nos presentaes el de cómo superar las separaciones artificiales erigidas en el siglo XiX entre los reinos, supuestamente autónomos, de lo político, lo económico y lo social. En la práctica actual de los científicos sociales esas líneas suelen ser ignoradas de facto. Pero la práctica actual no concuerda con los puntos de vista oficiales de las principales disciplinas.
Es preciso enfrentar directamente la cuestión de la existencia de esos reinos separados, o más bien reabrirla por entero. Una vez que eso ocurra y empiecen a arraigar nuevas formulaciones, es posible que se vayan aclarando las bases intelectuales para la reestructuración de las disciplinas.
¿Qué podemos concluir entonces acerca de los posibles pasos que podrían darse para "abrir la ciencia social"? No hay ningún plano fácilmente accesible en base al cual podamos decretar una reorgnización de las estructuras de conocimiento. Lo que nos interesa más bien es alentar la discusión colectiva y hacer hacer algunas sugerencias sobre caminos por los cuales quizá se podría llegar a soluciones.
Se dice que las utopías forman parte del objeto de estudio de las ciencias sociales, lo que no puede decirse de las ciencias naturales; y las utopías desde luego tienen que basarse en tendencias existentes. Si bien ahora tenemos claro que no hay certeza sobre el futuro ni puede haberla, sin embargo las imágenes del futuro influyen en el modo en que los seres humanos actúan en el presente. De tal manera, en la elección de futuros posibles los recursos son una cuestión altamente política, y la demanda de la expansión de la participación en la toma de decisiones es mundial.
Ahora bien, la tensión entre lo universal y lo particular en las ciencias sociales siempre ha sido objeto de un debate apasionado, porque siempre ha sido visto como un punto con implicaciones políticas inmediatas, y eso ha impedido su estudio sereno. La reacción romántica ante las cncepciones de la Ilustración y su reformulación se centraron en torno a este tema, y ese debate no estuvo desconectado de las controversias políticas de la época napoleónica en cuanto culminación de procesos iniciados por la Revolución francesa. En las discusiones contempóraneas sobre las ciencias políticas el tema ha vuelto al primer plano en gran parte como resultado de la reafirmación política del mundo no occidental combinada con la paralela afirmación política de grupos dentro del mundo occidental que consideran que han sido culturalmente oprimidos. Una importante consecencia organizacional de resurrección de ese debate ha sido el llamado a una ciencia social más "multicultural" o intercultural.
La propuesta radica además en proponer con urgencia la más completa realización de una academia multilingue. La elección de la lenngua a menudo predetermina el resultado. Un mundo en el que todos los científicos sociales tuvieran un dominio operativo de varias de las principales lenguas académicas sería un mundo en elq ue se harían mejores ciencias sociales.
En resumen, el hecho de que el conocimiento sea una construcción social también significa que es socialmente posible tener un conocimiento más válido.
El reconocimiento de las bases sociales del conocimiento no está en absoluto en contradicción con el concepto de objetividad.
1 Beyond left and right, Cambridge, Polity, 1995, p. 19.
* Immanuel Wallerstein, Abrir las ciencias sociales, México, Siglo XXI, 2004.

viernes, 27 de agosto de 2010

DEBATES EN LAS CIENCIAS SOCIALES, DE 1945 HASTA EL PRESENTE*

En los años siguientes a 1945, en buena medida tres procesos dieron lugar a que la estructura de las ciencias sociales fuera afectada.
El primero de ellos fue el cambio en la estructura política del mundo. Ésto, producto de la 2a guerra mundial en donde se terminó dividiendo al mundo en 2 estructuras políticas, lo que a su vez dió paso a la guerra fría entre Estados Unidos y la URSS.
El segundo proceso fue que, un poco más de 2 décadas subsiguientes a 1945, el mundo tuvo un considerable aumento en la población y su capacidad productiva.
Por tercer y último proceso, fue la consiguiente expansión extraordinaria, tanto cuantitativa como geográfica, del sistema universitario en todo el mundo.
Las ciencias sociales y su resultado fue el surgimiento de polos centralizados de desarrollo científico con concentración de información y de capacidad, y con recursos financieros proporcionados ante todo por Estados Unidos y otros grandes estados, por fundaciones y también en menor medida por empresas transnacionales.
Para finales del siglo XIX exisían tres líneas divisorias en el sistema de disciplinas para estructurar las ciencias sociales:
La línea entre el mundo moderno/civilizado y el estudio entre el mundo no moderno. (Historia, Antropología)
La línea entre el pasado y el presente.(Historia)
La línea entre el estudio del mercado, el estado y la sociedad civil.(Economía, Ciencia Política, Sociología)
Después de 1945 la innovación académica dió origen a la creación de los estudios de área como nueva categoría para agrupar el trabajo intelectual.
La superposición creciente entre las tres ciencias sociales nomotéticas tradicionales (economía, sociología, y ciencia política) tenía una carga de controversia menor. A la cabeza de esto estuvieron los sociólogos, que desde la década de 1950 convirtieron en subcampos normales e importantes dentro de la disciplina tanto la "socilogía política" como la "sociología económica".
Las tres divisiones del conocimiento contemporáneo (humanidades, c. naturales y c. sociales), así como las disciplinas que se consideran componentes de cada una de ellas, han luchado continuamente en una serie de frentes diferentes para mantener sus distintas afirmaciones de universalidad.
El universalismo de cualquier disciplina se basa en una mezcla particular y cambiante de afirmaciones intelectuales y prácticas sociales. Esas afirmaciones y prácticas se alimentan mutuamente y son reforzadas a su vez por la reproducción institucional de la disciplina o división.
Las afirmaciones del universalismo siempre han sido hechas por personas particulares, y esas personas generalmente han estado en oposición a personas con afirmaciones rivales. El hecho de que existan visiones particularistas rivales sobre lo que es universal nos obliga a tomar en serio las cuestiones sobre la neutralidad del estudioso. Las ciencias naturales aceptan desde hace mucho el hecho de que el que mide modifica lo medido. Sin embargo, esa afirmación todavía es discutida en las ciencias sociales en las que, justamente, esa realidad es aún más obvia.
* Immanuel Wallerstein, Abrir las ciencias sociales, México, Siglo XXI, 2004.